En medio de la conmemoración de los 404 años del Santo Cristo de La Grita, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal recibió de manos del presidente del Consejo Legislativo del Táchira un documento mediante el cual solicita a la Conferencia Episcopal de venezolana elevar al Cristo del Rostro Sereno a Patrono de Venezuela.

Monseñor Mario del Valle Moronta Obispo de la Diócesis de San Cristóbal recibió esta solicitud la cual canalizara ante sus instancias respectivas.

“Hoy estamos uniendo esfuerzos entra autoridades y feligreses para entregar el documento donde se muestra la petición de que el Santo Cristo de La Grita sea el nuevo protector de Venezuela, esperamos poder tener en el mes de noviembre tengamos la consagración del Papa Francisco en nuestra petición”, dijo Moronta.

Asimismo, Moronta resaltó que hace 130 años existió un Seminario en La Grita el cual ceso sus funciones por diversas causas, pero el mismo será retomado por los seminaristas del Táchira.

“Para el mes de septiembre un grupo de seminaristas que están haciendo su propedéutico en el Seminario Santo Thomas de Aquino vendrán a formarse aquí, y también esperaremos la beatificación de la madre Medarda Piñero y de María Israel Vaquero que ciertamente se realizará aquí”.

Por su parte, Omar Hernández presidente del Consejo Legislativo del Táchira, expreso que es de la voluntad del pueblo que sale el petitorio de elevar al Santo Cristo de La Grita como patrono de Venezuela.

“Este Santuario ofrecido por nuestro Comandante Eterno al Santo Patrono, ya es una realidad en un 100%, exhibiéndose su majestuosidad en todo su esplendor, tal como lo soñó Chávez, recordando que durante el año 2010 el Santo Cristo de La Grita fue declarado por el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación y hoy, exactamente en sus 404 años con este nuevo santuario para el Santo Cristo se engrandece La Grita y Venezuela honrando a Cristo como razón única de la fe”.

Por último, manifestó que la elevación del Cristo del Rostro Sereno como Patrono de Venezuela, obedece a un clamor del pueblo tachirense e incluso de todos los venezolanos fervientemente devotos, que se afianzan en la fe de este Cristo milagroso que ha dado infinitas muestras de sanación, bondad, amor y protección.